jueves, 1 de agosto de 2013

ONIRONAUTAS: Los controladores de sueños.

¿Has soñado esta noche? ¿Recuerdas de qué trataba el sueño? ¿Cuál es tu sueño favorito? ¿Qué cosas que suceden en tus sueños te gustaría que fuesen reales? ¿Te imaginas no tener límites dentro de un sueño, poder tener el control de todo lo que sucede y construirlo a tu antojo? 
Eso es justamente lo que hacen los Onironautas, viajan por los sueños haciendo todo lo que quieren hacer, siendo conscientes de que están soñando y siendo capaces de tomar las riendas de su sueño.

Hace poco, mientras realizaba un trabajo de Prácticas Profesionales tuve que indagar en profundidad sobre las ventajas y desventajas de los sueños lúcidos. El tema pronto captó mi interés y me sumergí entre documentos y testimonios oníricos realmente interesantes.
Recuerdo haber tenido una vez la sensación de poder controlar un sueño. Me ocurrió hace años y durante un corto momento, pero fue una sensación fascinante. Al parecer, es algo que muchas personas experimentan en este grado. Lo que no es tan frecuente es llegar a tener el pleno control de un sueño durante largo tiempo.
Sin duda, aunque este tipo de vivencias oníricas resultan seductoras y atrayentes, no solemos tener capacidad para inducirlas. Mejor así, en caso contrario creo que la mitad de la humanidad viviría sumida en sus sueños.
Sería fabuloso poder vivir cientos de aventuras sin los límites inherentes al propio cuerpo, sin miedo a sufrir heridas, sin temor a las posibles consecuencias de nuestros actos. El límite solo es la imaginación. Se desperdicia enormemente el potencial de los sueños porque las personas no reconocen que sueñan.
Los Onironautas definen sus sueños como excitantes y fantásticos, donde las sensaciones que experimentan pueden llegar a ser más intensas que en la vida real. Esto, unido a la capacidad de controlar el sueño, puede llegar a ser adictivo. El controlador de sueños puede dormir horas excesivas para poder continuar soñando, y sin darse cuenta podría pasar más tiempo en su mundo imaginario que en el mundo real.
A veces los Onironautas tienen que hacer ejercicios de verificación de la realidad para disociar entre el sueño y la vida real antes de lanzarse a volar desde un balcón. No confunden la realidad con el sueño, pero sí el sueño con la realidad. Así de intensas son sus experiencias.

Por otro lado, hay quien aconseja que hasta en los sueños se deben controlar los impulsos y los pensamientos. Lo que hagamos con esa voluntad depende solo de cada uno. Las fantasías sexuales son bastante comunes, así como las experiencias que no podemos vivir en la realidad: volar, bucear como peces o teletransportarnos a diferentes lugares y distintos mundos.

Pero sin duda, los sueños lúcidos también pueden ser aprovechados para conocernos mejor, superar miedos o incluso reforzar nuestro aprendizaje. ¿Cómo? Podemos superar ciertos temores por el método de la exposición, enfrentándonos a ellos en un sueño. En cuanto al aprendizaje, siempre se pone el ejemplo del sujeto que tiene que dar una charla en público. Si reproduce ese momento en un sueño lúcido su cerebro estará utilizando las mismas conexiones neuronales que luego utilizará en la vida real, y esto será de gran ayuda; recreando el ambiente, el discurso y tratando de controlar factores estresantes.

Ahora viene la pregunta que todos os estáis haciendo. ¿Un Onironauta nace o se hace? 

Ambas cosas son posibles. Hay personas que tienen sueños lúcidos desde la infancia, de forma espontánea, pero también hay técnicas para tratar de inducirlos. El simple hecho de leer esta entrada ya predispone a vuestro cerebro a intentarlo. Estas son algunas pautas para llegar a ser un Onironauta.

1.- Suena un poco obvio, pero un primer paso es desear tener este tipo de sueños e irse a dormir con esa intención.
2.- Llevar un registro de sueños;  anotar lo que uno sueña hace que los sueños se recuerden mejor.
3.-El psicólogo alemán Paul Tholey señala como método muy eficaz el preguntarnos si estamos dormidos o despiertos con tanta frecuencia como sea posible, al menos cuatro o cinco veces al día,  y en cada situación que se nos aparezca como un sueño. También es recomendable hacerlo cuando nos disponemos a dormir. Según Tholey la mayor parte de las personas han logrado tener un sueño lúcido antes de un mes de iniciar esta práctica.
4.- No debemos tratar de tener un sueño lúcido al comienzo del ciclo del sueño, es mejor en la última parte de la noche, después de haber despertado de uno. Si os habéis despertado con una pesadilla, mejor dejadlo para otro día, a menos que deseéis enfrentaros a ella y vencer vuestros temores.
5.- Clarificación de intenciones. La intención de recordar que debemos conservar la lucidez durante el siguiente sueño parece ser un factor decisivo.

Para quienes disfrutamos creando historias, los sueños lúcidos podrían ser muy útiles. Podríamos recrear las situaciones y visualizarlas de una forma bastante clara, cercana a la realidad. Construir el escenario perfecto para cada momento y poder luego plasmarlo en palabras con sumo detalle. Podríamos ser arquitectos de historias en un lugar intangible al que solo se puede acceder a través de la mente, en la seguridad del subconsciente.

¿Alguno de vosotros ha experimentado alguna vez un sueño lúcido? Me encantaría saberlo.

Por si os interesa, una película relacionada con el tema es Inception (Origen, 2010) de Christopher Nolan y protagonizada por Leonardo DiCaprio.




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